Acrílicos Diacrilicos

La mejor empresa de acrílicos Bogotá

A veces cuando se emprende con un proyecto, surgen mil y un inconvenientes, dudas o inseguridades que nos hacen replantearnos si lo más adecuado es continuar con nuestra proeza. Vemos que en ocasiones la situación se pone un tanto difícil sobre todo cuando estamos incursionando en un modelo de negocio nuevo, en un producto innovador o de poco conocimiento al público. Por ello cuando decidimos convertirnos en una de las empresas pioneras de acrílicos Bogotá, sabíamos que debíamos enfrentarnos a todas estas adversidades, pues estábamos seguros de lo que teníamos para ofrecer.

Cuando comenzamos solo trabajábamos este maravilloso material de forma reciclada, luego encontramos la forma de producir nuestras propias láminas acrílicas, de este derivado del plástico 100% original con el objetivo de elevar el nivel de calidad de nuestros productos. Al principio nos tomó un poco de tiempo descubrir como introducir este bondadoso material al comercio, pues se había utilizado antes pero quienes podían acceder a él, eran personas con un alto nivel de ingresos económicos por lo que se consideraba un material de lujo. Además era así de costoso porque había pocas empresas con visión a futuro, por lo que no era muy fácil encontrar un comercializador o fabricante de acrílico.

Por otro lado el introducir este producto al público, no fue tan difícil como lo pensábamos, pero si tuvo algunos puntos bajos, dado que las personas estaban muy acostumbradas a elegir otro tipo de materiales, como el vidrío, para la fabricación de productos como vitrinas, estantes, dulceras, tarjeteros, buzones, entre otros. Sin embargo nuestra empresa, Diacrilicos, fabricante y comercializadora de acrílicos Bogotá,  supo darle la vuelta  a la historia y le demostramos a nuestros consumidores que el material con el que nosotros trabajábamos era de una calidad superior a la del vidrio y que además representaba menos riesgos para la integridad física de cada uno de ellos.

En este orden de ideas, demostramos que el acrílico tenían una resistencia mayor a la del vidrio por lo que podía resistir 17 veces más un impacto o golpe directo; demostramos que al tener esta resistencia no se quiebra con facilidad y no deja esquirlas o partes diminutas potencialmente peligrosas para el ser humano y por lo mismo era un producto que en caso de ser desechado, se podía hacer con plena tranquilidad en cualquier contenedor de basura, sin que este fuera a significar un riesgo para los recolectores que recogen los desechos. De igual forma se demostró qe era un material mucho más liviano que el vidrio y que por tanto su instalación era mucho más sencilla.

Si recuerdan en  las construcciones antiguas, para la casa, siempre se dejaba un espacio cuadrado o rectangular libre para colocar lo que se llamaba una claraboya o un tragaluz que se fabricaba con piezas cuadradas de vidrio que en ocasiones tenían algún tipo de gravado o diseño. Estas piezas tenían un peso aproximado de 5 Kg lo que las hacía muy pesadas para considera sus tamaño y por tanto el colocarlas en el espacio designado para la entrada de luz natural era muy complejo.

Se debía utilizar materiales como la silicona de tipo industrial o incluso se colocaba yeso o cemento para reforzar el soporte y garantizar que la  claraboya no caería del techo directo al suelo. Además era fundamental que estas piezas quedaran bien fijas porque en la mayoría de situaciones las claraboyas o tragaluces quedaban ubicados en las terrazas, por lo que cualquier persona podía pasar por encima de ella en un momento determinado y la idea es que no se viniera abajo.

Precisamente es aquí donde estas piezas dejaron de tener buena fama, pues el tráfico constante hacia que el vidrio fuera perdiendo su resistencia y terminaba quebrándose en algún punto. Entonces quedo una necesidad que no podía ser atendida, pero que gracias al acrílico pudo ser suplida de forma satisfactoria.

Fue tanta la acogida que tuvo este producto para la adecuación de espacios de luz natural, que incluso se llevó a un modelo de mayor escala, con la fabricación de domos en acrílicos Bogotá, grandes estructuras arquitectónicas que permitían que la luz entrará de forma semi directa, sin dejar pasar los rayos UV y UVA y protegiendo el interior de los cambios de clima. Con esto se comenzó a identificar el producto con mayor notoriedad y se hizo necesario para incluirlo en otro tipo de elementos que se fabricaban en otros materiales, pero que no podían aportar las mismas cualidades de este.

Aparecieron entonces las carteleras, tableros para escritura, para baloncesto, avisos publicitarios exteriores e interiores, exhibidores, entre muchos más, fabricados en acrílico y con un costo/beneficio mucho mejor que el que tenían antes. A partir de allí logramos establecer un cambio en el comportamiento de compra y consumo de los clientes, pues preferían nuestros productos por encima de grandes marcas que fabricaban con vidrio y otros materiales de mejor calidad.

Cuando logramos implementar nuestra propia lamina de acrílico, los resultados fueron muy superiores a los que ya teníamos, pues podíamos garantizar que era un producto 100% original y que no estaba mezclado o rendido con otro tipo de plásticos que afectan la calidad, la apariencia y la textura del mismo. Conseguimos una de las mejores máquinas de corte láser y pudimos ofrecer unos acabados perfectos para cada uno de los proyectos asignados y perfeccionamos nuestros servicios post venta y de atención al cliente.

Ahora Diacrílicos es la empresa número uno en la fabricación de productos acrílicos Bogotá. Nuestro portafolio de servicios es el más amplio en el mercado y somos capaces de responder ante la constante demanda de los mismos. Una idea novedosa pero poco convencional, nos convirtió en una gran empresa hoy día.